A raíz de la crisis energética, con el incremento de los precios y el temor al desabastecimiento durante el invierno, muchos decidieron emplear estufas y cocinas de leña para combatir el frío y ahorrar dinero. En el último año la demanda de esta materia prima se ha disparado y los profesionales del sector están observando cómo la venta entre particulares, o sea en el mercado no regulado, crece de tal forma que está suponiendo un problema para el sector. Es por ello que un grupo de seis productores de las comarcas de Deza y A Ulloa han unido sus fuerzas para crear una asociación de profesionales de la leña en Galicia.
El lalinense Manuel Meijomil, de Leña Galicia, es uno de los impulsores de esta idea empresarial. Asegura que el objetivo es buscar la unión del sector para acabar con el mercado negro, invitando a entrar a formar parte del colectivo a todas las empresas de venta y producción de madera de la comunidad. «Queremos unidade para acabar cun problema moi grande que é que hai moita xente facendo leña en negro, na casa e sen pagar impostos», afirma.
Explica que con estas prácticas desleales el producto se deprecia y provoca que empresas extranjeras, como por ejemplo alemanas, se encarguen de la producción «Se nos unimos todos podemos dar abasto», comenta.
«A irmá pobre da enerxía»
Meijomil reconoce que tienen problemas para hacer frente a tanta demanda. «Non damos feito, iso non quere dicir que os do mercado negro poidan», asegura. Insiste en que el trabajo se multiplicó por cuatro, haciendo muy difícil abordar todos los pedidos. A este problema se une la falta de relevo generacional para un negocio maltratado. «Somos a irmá pobre da enerxía, é un sector desprezado e desprestixiado», afirma exponiendo otro motivo para impulsar el asociacionismo entre leñadores. «Queremos que a xente sepa como está o producto», añade.
Por el momento la asociación se encuentra en una en fase inicial. Están sumando adeptos a su causa y trabajando en conformar una imagen de marca para potenciar el colectivo. «Empecei a falar coa xente en setembro despois de varias reunión. Isto aínda é un embrión», explica. Por el momento son seis empresas, cuatro dezanas y dos de la comarca lucense de A Ulloa. Leñagalicia y Leña de Fito, de Lalín; Montecarrio SL, de Silleda, Cato Forestal SL, de Vila de Cruces; Leñas Forza, de Antas de Ulla; y Leña Luciano Freitas, de Monterroso.
Abierta a todos
En su afán por aunar a la mayor cantidad posible de productores, Meijomil reitera que en esta nueva asociación tienden la mano a todos ellos, sean de la zona que sean. «Estamos dispostos a falar con todos, queremos que se unan a nós tanto os da leña en negro como os que traballan correctamente», apunta.
Fuente: La Voz de Galicia